Uno de los desafíos de la vida cotidiana actual es la gestión de las contraseñas: prácticamente todos los aspectos de nuestra vida están atravesadas por alguna aplicación que exige usuario y contraseñas específicos. Además, suelen tener criterios de aceptabilidad muy extraños y diversos entre ellas (extensión, tipos de caracteres, no poder usar las últimas 10 contraseñas, etc.)
Los peligros más habituales
1. Repetir usuario y/o contraseña
Es lo que primero solemos hacer porque lógicamente no hay forma de recordar toda la cantidad de información que requieren nuestras cuentas online. Esto implica que si una sola de mis contraseñas es vulnerada, los atacantes puedan ingresar a varias cuentas debido a la repetición. Entonces terminamos poniendo en riesgo muchos datos sin darnos cuenta.
2. Guardar los datos en cualquier soporte
No hay nada de malo en guardar las contraseñas en soporte papel, siempre y cuando estén resguardadas en un espacio seguro. Sin embargo, mantener esa información actualizada y optimizar los accesos online se hace más engorroso. A veces por distracción podemos dejar estas notas al alcance y poner así en riesgo nuestros datos, incluso perderlos y no tener ningún respaldo.
3. Utilizar los gestores de contraseñas del navegador
Como detallé en mi último posteo en redes sociales (Instagram y Facebook) existen muchos otros peligros al usar el gestor de contraseñas del navegador. Por eso, decidí hacer un tutorial detallado para mostrar cómo toda esa información en peligro puede migrarse fácilmente a un gestor de contraseñas y usar la característica de “autocompletar” al igual que lo hacíamos en el navegador
Descargá el tutorial gratuito haciendo click aquí
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